Liga de Campeones de la UEFA disputará fase final en Portugal
El cambio a una sede única, debido a la pandemia del coronavirus, se pondrá en marcha desde los cuartos hasta la final.
La Champions League disputará su final el 23 de agosto, en Lisboa y como colofón a una fase final con los ocho clasificados para los cuartos de final, que se cruzarán a partido único entre el 12 y el 15 del mismo mes, antes de que se jueguen las semifinales los días 18 y 19.
La UEFA confirmó hoy miércoles el nuevo calendario, después de que la pandemia del coronavirus paralizara la competición en marzo, durante la disputa de los encuentros de vuelta de los octavos de final.
El formato, “obligado” por las circunstancias, será “excepcional” y en ningún caso se establecerá en el futuro. “Sí, será espectacular, pero nos hemos visto forzados por la COVID-19 y no se mantendrá en ediciones futuras” aseguró Alexander Ceferín, presidente de la UEFA y que insinuó que la competición se disputará puerta cerrada, aunque no descartó la posibilidad de abrirla al público dependiendo del desarrollo de la pandemia.
“Si tengo que contestar ahora, no creo (que se juegue con público), pero las cosas están cambiando muy rápido. Hace un mes, no podríamos saber si jugaríamos la competición y ahora lo vamos a ver. Aún no lo hemos decidido y se estudiará en julio”, aseveró el dirigente.
“Hay que tener paciencia. El comienzo de la fase final comenzará dentro de dos meses y hay que esperar a ver cómo se desarrollan las cosas”, insistió Ceferín, refiriéndose a la posibilidad de jugar con público en las gradas.
Las cuatro eliminatorias de octavos pendientes mantendrán, en principio y retrasándose la decisión definitiva a julio, el formato original, con el objetivo de mantener el equilibrio y acogiendo Barcelona, Manchester City, Juventus y Bayern Munich los partidos de vuelta frente a Napoli, Real Madrid, Olympique Lyon y Chelsea respectivamente.
Acabándose, oficialmente, la Serie A el 2 de agosto, estos cuatro encuentros de octavos se repartirían entre los días 7 y 8, para desplazarse después los cuatro clasificados a Lisboa, sumándose a Atlético de Madrid, Paris Saint-Germain, Atalanta y Leipzig para la disputa de los cuartos de final, que se dividirán, tal como las semifinales, entre los estadios José Alvalade (sede del Sporting de Portugal) y Da Luz (propiedad del Benfica y en el que se jugará la final).
En caso de no poderse jugar por motivos sanitarios en los estadios establecidos, los encuentros de octavos se jugarían en Porto y Guimaraes, ya en Portugal.
“Los clubs prefieren jugar su partido en su campo, pero la salud es lo primero. No quieren un campo neutral y es lógico”, advirtió Ceferín, mientras Giorgio Marchetti, adjunto al secretario general de la UEFA, explicó que el organismo entiende que se deba jugar, en la medida de lo posible, en los campos establecidos. “Son partidos que ya jugaron la ida y creemos que hay tiempo para entender mejor la situación. Hay que pensar en los viajes, fronteras, cuarentenas...”.
El sorteo de cuartos de final será puro, siguiendo la normativa de los años anteriores, pero las semifinales quedarán decididas ya en el momento del sorteo de cuartos, estableciéndose un cuadro definido y en el que los vencedores de los partidos jugados los días 12 y 13 se enfrenten en la primera semifinal, el 18, y se enfrenten un día después, el 19, los ganadores de los partidos de cuartos que se hayan disputado los días 14 y 15. Este cuadrante se decidió con el objetivo de que los equipos tengan la mayor igualdad de descanso posible.