Monseñor: arreglen su vida
En el segundo domingo de Adviento, el arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa llamó a hacer una auténtica renovación interior y arreglar la mejor casa que es nuestra propia vida.
En la Eucaristía que se llevó a cabo desde el Comedor Solidario Santa María del Camino, en Ciudad Radial, Ulloa expresó que “ka celebración del Adviento debe significar cada año una auténtica renovación interior, así como estamos renovando nuestra casa, pintándola, arreglándola, tenemos que pintar y arreglar la mejor casa que es nuestra propia vida”.
Indicó que en este tiempo de Adviento es una excelente oportunidad para aprender, para que cada uno de nosotros podamos revisar nuestros hábitos de vida y proyectar el 2022 de una manera diferente.
“No tiene sentido pretender regresar al pasado, sino tratar de proyectar una nueva normalidad que integre los aprendizajes que hemos tenido en esta pandemia”, reflexionó Monseñor Ulloa.
Manifestó que los seres humanos no podemos quedar atrapados en los acontecimientos dolorosos del pasado ni en las angustias del presente, y aunque persisten situaciones difíciles, debemos ver el vaso medio lleno de los logros obtenidos y no alimentando pensamientos pesimistas... “tenemos que mirar hacia el futuro con esperanza”.
El Arzobispo dijo que en este Adviento vemos que poco a poco vuelve a salir el sol, ya que con la aplicación de las vacunas todo avanza con buen ritmo y los indicadores económicos muestran una reactivación significativa.
“Acojamos este llamado a superar el duelo, y este llamado a superar nuestro estado de ánimo, vivamos con alegría las celebraciones navideñas, sin bajar la guardia, pero fortaleciendo los vínculos familiares que se vieron afectados por el confinamiento y sigamos cuidándonos porque el virus sigue presente y aparece variantes más agresivas”, instó.
El arzobispo también reconoció la labor del voluntariado, con lo cual es imposible realizar las diversas tareas sociales en nuestro país y en el mundo entero.
Además pidió meternos un poco en la piel de muchos discapacitados
Ninguno de nosotros sabemos el día en que pueda quedar o el día en que yo pueda quedar ciego, lo mismo tenemos que adecuar nuestros hogares para que por estas cosas del destino incluso yo tenga que utilizar una silla de rueda”, añadió el prelado.