Se operó los labios, le explotaron y casi queda ciega
Tras la intervención, la cual también incluyó agregar relleno en su mandíbula por 487 dólares, los labios empezaron a hinchársele al poco tiempo.
Jessica Myott, de 25 años, casi queda ciega luego de que, literalmente, le explotó el labio superior como consecuencia de una gran cantidad de pus que se le acumuló en el tras inyectarse relleno en un lugar que conoció a través de la red social Instagram.
La mujer, residente en Stockport, Inglaterra, narró a el diario Nuevo Día de Argentina, que tras la intervención, la cual también incluyó agregar relleno en su mandíbula por 487 dólares, los labios empezaron a hinchársele al poco tiempo, así que llamó al lugar en donde se había realizado el procedimiento, pero como era domingo se negaron a atenderla.
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Aturdida por el dolor la inglesa buscó ayuda en dos clínicas diferentes, pero en ninguna la consiguió, así que se dirigió a un hospital, allí los médicos la evaluaron y determinaron que tenía una fuerte infección al punto que la pus le estaba llegando al ojo, por lo cual le recetaron unos antibióticos y la mandaron de vuelta a casa.
Myott, siguió las indicaciones que le había dado el doctor, pero en horas de la noche tuvo que regresar al hospital, pues después de tomar los medicamentos se acostó a dormir y se despertó con dificultad para respirar, por lo cual sospechó que su situación había empeorado, así que tras la nueva evaluación le prescribieron esteroides.
La inglesa compró la medicina, se la tomó y se fue a casa de su madre, pues el malestar y dolor que sentía era demasiado fuerte. Al parecer los esteroides no surtieron el efecto esperado, ya que a la noche siguiente el labio de Jessica estaba aún más hinchado y le ardía un ojo, así que regresó al hospital pues tenía miedo de quedar ciega, y su madre, quien la acompañó esta vez, exigió a los médicos que hicieran algo.
"Me enviaron a casa con tabletas de esteroides. La enfermera allí incluso admitió que realmente no sabían cómo tratarme", manifestó.
“Mientras estábamos allí, mi labio superior se partió. Me pusieron un goteo intravenoso para antibióticos y líquidos y me dijeron que tendría que operarme”, narró.
Tras lo sucedido, Jessica envió fotos al salón en donde se realizó la intervención. Sobre el suceso Mandy Johnson, copropietaria, del lugar, al ser consultada, aseguró que desde que se enteraron de lo ocurrido la empresa se mantuvo en contacto con Jessica, y que incluso le habían ofrecido reembolsarle la mitad de lo que le habían cobrado por el procedimiento y la pagar cuenta del hospital privado al que tuvo que acudir en búsqueda de ayuda.