Mundo - 07/11/20 - 10:30 AM
Hallan 27 cuerpos en descomposición tras un intento de fuga de cárcel en RDC
"Ha sido muy difícil para el Ejército recuperar los cuerpos porque estaban en estado de descomposición", alegó el portavoz castrense.
Los cuerpos en descomposición de 27 personas han sido hallados cerca de la ciudad de Beni, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), la mayoría de ellos probablemente muertos tras un intento de fuga en una prisión el mes pasado, informó hoy el Ejército.
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"La mayoría de cuerpos son de civiles, pero hay también fugitivos de la prisión central de Kangbayi, en Beni, tras un ataque de los rebeldes (ugandeses) de las (Fuerzas Aliadas Democráticas) ADF", informó a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), Mak Hazukay.
Este ataque, seguido de una fuga de unos 1.300 prisioneros, se produjo el 20 de octubre, cuando supuestos miembros de este grupo armado que opera en el Congo atacaron la prisión para liberar a los suyos.
Sin embargo, no fue hasta el jueves cuando soldados de una base militar cercana al río Semuliki vieron doce cadáveres flotando.
"Ha sido muy difícil para el Ejército recuperar los cuerpos porque estaban en estado de descomposición", alegó el portavoz castrense.
Las FARDC comenzaron a buscar más fallecidos y los posibles culpables de los asesinatos, y el viernes por la tarde vecinos de una población cercana informaron de un nuevo hallazgo de otros quince cuerpos.
Estos últimos cadáveres, que según Hazukay eran más recientes, podrían haber sido tomado como rehenes después de la fuga y finalmente haber sido asesinados por las ADF.
Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como contestación política al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, al que acusaban de ir contra los musulmanes, pero el Ejército forzó su repliegue a la frontera con la RDC.
Desde allí realizan incursiones en territorio congoleño, que en los últimos tiempos han aumentado en frecuencia y brutalidad.
Su programa es difuso, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico y un "modus operandi" consistente en atacar y ocultarse gracias a una geografía montañosa, que les permite escapar a las operaciones del Ejército congoleño y de la misión de Naciones Unidas sobre el terreno, la MONUSCO.
El noreste de RDC lleva años sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército regular, pese a la presencia de la fuerza de paz de la ONU, que tiene desplegados a más de 15.000 efectivos en el país.
"La mayoría de cuerpos son de civiles, pero hay también fugitivos de la prisión central de Kangbayi, en Beni, tras un ataque de los rebeldes (ugandeses) de las (Fuerzas Aliadas Democráticas) ADF", informó a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), Mak Hazukay.
Este ataque, seguido de una fuga de unos 1.300 prisioneros, se produjo el 20 de octubre, cuando supuestos miembros de este grupo armado que opera en el Congo atacaron la prisión para liberar a los suyos.
Sin embargo, no fue hasta el jueves cuando soldados de una base militar cercana al río Semuliki vieron doce cadáveres flotando.
"Ha sido muy difícil para el Ejército recuperar los cuerpos porque estaban en estado de descomposición", alegó el portavoz castrense.
Las FARDC comenzaron a buscar más fallecidos y los posibles culpables de los asesinatos, y el viernes por la tarde vecinos de una población cercana informaron de un nuevo hallazgo de otros quince cuerpos.
Estos últimos cadáveres, que según Hazukay eran más recientes, podrían haber sido tomado como rehenes después de la fuga y finalmente haber sido asesinados por las ADF.
Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como contestación política al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, al que acusaban de ir contra los musulmanes, pero el Ejército forzó su repliegue a la frontera con la RDC.
Desde allí realizan incursiones en territorio congoleño, que en los últimos tiempos han aumentado en frecuencia y brutalidad.
Su programa es difuso, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico y un "modus operandi" consistente en atacar y ocultarse gracias a una geografía montañosa, que les permite escapar a las operaciones del Ejército congoleño y de la misión de Naciones Unidas sobre el terreno, la MONUSCO.
El noreste de RDC lleva años sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército regular, pese a la presencia de la fuerza de paz de la ONU, que tiene desplegados a más de 15.000 efectivos en el país.