Misión de la ONU sobre DDHH abandona Nicaragua tras retiro de invitación
El documento señala al Estado nicaragüense como el principal responsable de graves violaciones a los derechos humanos.
La misión de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) abandonó hoy Nicaragua, luego de que el Gobierno dio por concluido su trabajo en el país, tras publicar un duro informe.
El documento señala al Estado nicaragüense como el principal responsable de graves violaciones a los derechos humanos.
Antes de partir la mañana de este sábado, la misión, encabezada por el peruano Guillermo Fernández Maldonado, dejó un mensaje de agradecimiento por "las muestras de apoyo recibidas" en Nicaragua, en relación a su trabajo realizado entre junio y agosto.
También reiteró que continuará "monitoreando la situación y acompañando a las víctimas en su búsqueda de justicia y verdad desde la oficina regional en Panamá".
La misión de la Acnudh llegó a Nicaragua en junio pasado para conocer de la crisis sociopolítica que estalló en abril, y el miércoles pasado emitió un informe en el que denunció el "alto grado de represión" estatal en las protestas contra el Gobierno, en las que se han registrado "más de 300 muertos y 2.000 heridos".
En su informe, el organismo acusa al Gobierno de Ortega por el "uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, y obstrucción del acceso a la atención médica", entre otras violaciones a los derechos humanos, anunció que hará un seguimiento en la distancia de Nicaragua.
También lo responsabiliza de "detenciones arbitrarias o ilegales con carácter generalizado, frecuentes malos tratos y casos de torturas y violencia sexual en los centros de detención, violaciones a las libertades de reunión pacífica y expresión".
El presidente nicaragüense rechazó el informe "por considerarlo subjetivo, sesgado, prejuiciado y notoriamente parcializado, redactado bajo la influencia de sectores vinculados a la oposición, y ausente del debido cuidado en su redacción de manera objetiva".
La decisión del Gobierno, de suspender de forma abrupta la presencia de la Acnudh en Nicaragua, fue criticada por organismos humanitarios internacionales y locales, que lo calificaron como una "expulsión".
Nicaragua atraviesa una crisis en la que se cuentan hasta 448 muertos, la más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega como presidente.
Las protestas contra Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas reformas de la seguridad social, que finalmente fueron retiradas, y se convirtieron en la exigencia de que renuncie el mandatario, después de 11 años en el poder, entre acusaciones de abuso y corrupción en su contra.