Con cantos y bailes despiden a la reina
El cementerio de la comunidad de Escobal-centro a orillas del Lago Gatún, en el distrito de Colón, es la última morada de la Reina madre Alejandrina Lam Jaramillo, cuyas horas fúnebres fueron la tarde del sábado y se extendió hasta horas de la noche, con cantos y bailes congos.
El féretro con el cuerpo de la Reina Congo reconocida por su trayectoria nacional e internacional llegó a eso de las 4:00 p.m., a la iglesia católica de esta comunidad, donde luego de los actos religiosos, se inició una serie de ritos afro, propios de la cultura Congo.
Las calles internas de la comunidad de Escobal, se llenaron de mujeres y hombres vestidos con la ropa Congo en esta despedida que estuvo en medio de emociones encontradas entre la tristeza por la partida de la Reina madre y la emoción por el legado dejado en las nuevas generaciones.
Alejandrina nació el 3 de marzo de 1930, del matrimonio del Príncipe Congo, Benito Lam y la Reina Congo, Zoila Jaramillo. Al nacer, recibió el bautismo Congo, y luego el Católico. Fue educada para ser Reina Congo, con la responsabilidad de proteger y mantener su cultura ancestral africana, lo que hizo a lo largo de su vida.
Desde la temprana edad de 14 años, en compañía de su padre, recorrió cada uno de los Palenques existentes en Panamá. Alejandrina, llegó en 1947 a Curundú, en esos años le llamaban Hollywood. En esa época eran caserones de madera y lona, y los postes del tendido eléctrico eran los árboles.
En 1957 Alejandrina creó su Palenque en el barrio de Curundú donde, desde entonces a la fecha, se desarrollan ritos y tradiciones afro coloniales, como parte de una permanente actividad cultural de incidencia popular.