El Salado: Desde el corazón de sus manglares
Los humedales son considerados a nivel mundial como los ecosistemas más productivos de la tierra y con una rica diversidad.
El reloj marcaba las seis de la mañana, de aquel 12 de agosto, hora en que comenzaba nuestra travesía para conocer los humedales de la Bahía de Parita, el segundo sitio más importante para las aves playeras migratorias en Panamá después de la Bahía de Panamá.
Este lugar es uno de los pocos de América que cuenta con abundancia de alimentos y área de refugios para las diversas aves playeras migratorias y residentes. La Bahía de Parita incluye 15,000 ha de fangales intermareales, desde el sur de Antón, en Coclé, hasta el Río La Villa, en Los Santos.
El área alberga gran cantidad de aves migratorias, acuáticas, marinas, playeras y rapaces, ante tales beneficios, estos humedales podrían ser designados como sitio Ramsar, un humedal de importancia internacional y también como sitio de importancia hemisférica dentro de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras.
Ya instalados en El Salado, que forma parte de la Bahía de Parita, el guía turístico y pescador, Francisco Pitty, nos adentra a su mágico manglar, donde gran cantidad de aves esperaban para desfilar su belleza ante las cámaras de un grupo de periodistas, quienes se trasladaron desde ciudad capital.
Zarapitos Trinadores, Ostreros Americanos, Playeros Aliblancos, Vuelvepiedras Rojizos, Rompienteros, Chorlos de Wilson y Semipalmeados, Playeros Occidentales y Semipalmeados, fueron algunas de las diferentes aves que pudimos observar antes que subiera la marea.
Pitty contó que es muy difícil poder cuidar el lugar, pues, algunos visitantes llegan con sus autos, hacen parrilladas y dejan toda la basura en el lugar, creando un desequilibrio en el lugar. Y de ello fuimos testigos, en el sitio se podía observar algunas latas y botellas plásticas.
En tanto que, Rosabel Miró, directora de la Sociedad Audubon Panamá, explicó la importancia de los manglares para la estabilidad del área y preservación de las especies, esto, ante los impactos que podrían crearse por el megaproyecto de la terminal y Zona Económica Especial de Aguadulce. Este sería un relleno que se extendería de tres a siete kilómetros de largo mar adentro.
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"En la medida en que se conozcan los servicios y beneficios que nos brindan los manglares todas las especies que viven y dependen de ellos, por rebote, se van a beneficiar. Para nosotros es de suma importancia diseminar información de la importancia de estos ecosistemas para que exista mayor conocimiento del valor de conservarlos para beneficio de nuestra propia vida y de la vida de los animales y plantas que los habitan", señaló Miró.
Por otro lado, el puerto multipropósitos es visto con buenos ojos por la Cooperativa De Salineros Marín Campos ven con buenos ojos este proyecto. “Nosotros estamos de acuerdo con la construcción del megapuerto, según el estudio de impacto ambiental entiendo que no van a destruir tantos manglares... El estudio de impacto ambiental tiene cómo se va a tratar los hidrocarburos”, dijo Jacobo Villarreal.
A destacar que, este año se lanzó un Plan de Conservación para los Humedales de Parita con el objetivo de involucrar a la comunidad sobre la importancia de este lugar para la protección de aves playeras.
En la Bahía de Parita y sus alrededores se desarrollan distintas actividades económicas que contribuyen al Producto Interno Bruto del país (PIB). Destacado la siembre de arroz, pesca artesanal, recolección de moluscos y producción de energía eléctrica renovables, etc.
En nuestro recorrido se nos enseñó las distintas clases de manglares y sobre la importancia de la conservación de estos. Además, conocimos un poco de su gastronomía, pues, disfrutamos de un buen plato de pescado al ajillo con patacones y una fría limonada.
Luego nos trasladamos al Puerto de Palos en El Rompió de Aguadulce, donde se desarrolla una de sus principales actividades de subsistencia. Allí un pescador paseaba muy feliz con un mero de 25 libras, fue una buena jornada.
Nuestra visita culminó probando un rico helado de pipa en el mirador de El Salado, que tiene de fondo parte de sus manglares, que cautivan con su gran belleza.