Lo bueno, lo malo y lo feo de la cuarentena por COVID-19 (testimonios)
Panameños comparten su sentir sobre el encierro, las cortas salidas y la convivencia en casa.
El 1 de junio próximo se iban a cumplir dos meses de cuarentena absoluta en Panamá por la pandemia de COVID-19, que incluía salidas por sexos de acuerdo al último dígito de la cédula y tan solo por dos horas. Sin embargo, recientemente las autoridades levantaron esas medidas de restricción y la población podrá circular libremente (bajo su propio riesgo), precisamente a partir de esa fecha. Ahora, se mantendrá un toque de queda entre las 7:00 p.m. y 5:00 a.m.
Tras el anuncio, las opiniones y comentarios no faltaron. Pero lo cierto es que por un largo tiempo los ciudadanos se mantuvieron en sus casas, cuando en principio, solo pensaron que se trataría de algunas semanas.
Causó curiosidad saber qué tienen que decir esas personas que pasaron meses en sus hogares enfrentando todo tipo de incertidumbre. Entre bromas y seriedad, estas fueron algunas respuestas de nuestros lectores:
Jorge M. (San Miguelito): “Lo bueno es que se ha unido más la familia y las madres que tienen hijos pequeños pueden estar con ellos más en casa. Otra cosa es que al estar en casa se pueden hacer las arreglos pendientes, pero lo malo es no poder comprar las cosas que se necesitan, además que no se sabe si después habrá trabajo y uno se gasta el dinero en eso. Otro punto malo es que unos cumplen con la cuarentena y otros no, porque uno lo ve donde vive, personas que de lunes a domingo andan para arriba y para abajo, haciendo fiestas y todo. Lo feo es que hacen lo que les da la gana y no hay ley para ellos”.
Evelyn Cedeño (Panamá Centro): “Lo bueno: mi marido no se va de arranque con los amigos. Lo malo: que no puedo ir a visitar a mi familia que vive después del puente. Lo feo: la maleantería de las licitaciones en aprovechamiento del COVID-19, los muertos por el COVID-19 y los resultados de violencia doméstica por la cuarentena”.
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Briseida Frías (San Miguelito): “Esto ha unido más a la familia y se está más en casa, pero lo malo es que no puedes visitar a personas que quieres visitar, esto ha contribuido a que haya más gente desempleada y lo feo es que mucha gente se ha aprovechado de esta situación para hacer lo que les da la gana”.
Erick Cádiz (Panamá Centro): “Para mí es excelente que ahora los taxis si van y con un solo pasajero, eso es lo positivo. Lo negativo es no ir a los centros comerciales que desestresan, lo feo usar mascarilla que siento que me ahogan”.
Sheryll Guevara (San Miguelito): “Lo bueno: que si ya no maté a mi marido en cuarentena ya sé que no lo haré nunca. Lo malo: que los niños ya se trepan por las paredes del encierro. Lo feo: saber de personas que no tienen qué comer y no poder ayudarlos como quisieras porque en dos horas no se puede mucho”.
Sadia Pérez (Panamá Oeste): “Lo bueno es definitivamente estar en casa con la familia, descubrir talentos escondidos y hacer muchas de las cosas que tenías aplazadas por falta de tiempo (arreglos de la casa, leer un libro, cocinar esa receta sabrosa, ordenar, etc) El planeta respira por primera vez en años. Lo malo: no poder ver a la gente que quieres, viajar, ir a lugares favoritos, los niños sin poder estudiar, etc. Lo feo: ver cómo aumenta el desempleo, la gente pasando hambre, los muertos y la propagación del virus sin parar, la debilidad mental de muchos”.
Rolando Aponte (Panamá Centro): “Lo bueno es que ha unido más a las familias, los niños se sientan y juegan con sus padres juegos de mesa que hace mucho tiempo no se veía. Lo malo es el encierro que en un momento dado frustra un poco y lo feo es que es que existan personas que no consideren sus casas un hogar”.
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Sessiel Céspoli (panameña en Francia): Lo bueno de la cuarentena es estar cerca de mi familia (mi novio) , disfrutar de momentos nuevos que no estábamos acostumbrados y tratar de encontrar nuevos entretenimientos para seguir disfrutando de la compañía. Lo malo es que si no estás trabajando, como yo, los días se pasan lento y caes en la pereza, aburrimiento, ansiedad y cero productividad, para superar esos sentimientos yo traté de meterme en cursos online, hacer manualidades o recetas de comida, cualquier cosa para que los días pasaran más rápido. Para terminar, lo peor... No poder estar con tus seres queridos, yo vivo en el extranjero y eso fue muy duro, la incertidumbre y la impotencia fue un poco frustrante. Poco a poco estamos saliendo de esta y se desvanecerán todos esos sentimientos negativos y quedarán los buenos momentos.
Jorge Mariscal (Panamá Centro): Dos cosas buenas que puedo resaltar: La parte humana que aún estando todos en riegos salieron personas públicamente y otros en privado a ayudar con lo que podían demostrando solidaridad. También creo que la visión de las personas en cuanto a cómo generar dinero se ha ampliado y de esta crisis nacerán nuevos emprendedores. Dos cosas malas (y feas): Creo que el encierro golpea mayormente a niños y ancianos que en realidad necesitan de esa relación social. Lo malo también es que con días de encierro hay personas que solo esperan seguir de la misma forma considero que debe haber cambios.
Georgibel Alvarado (Panamá Oeste): “Lo bueno es que puedes aprender cosas que no pudiste hacer antes. Lo malo es que no puedo salir y lo feo es la situación del COVID-19”.
Jean D. (San Miguelito): "Lo bueno es que se convive más con la familia y los seres queridos aunque sea virtualmente, se hacen cosas que por falta de tiempo no se lograban. Lo malo es que el país está casi detenido, muchas personas han quedado sin trabajo y otros no tienen aunque sea para poner la paila del día. Lo feo: que posiblemente venga una ola de desempleo, muchas personas se desesperarán y el país tardará un tanto para levantarse de esta dura caída”.
Trinidad (San Miguelito): “Lo bueno es que se me quitaron todos los dolores producidos por el estrés, lo malo es no ver a mis hijos que viven en Antón y lo feo es este nuevo cuerpo de tanque de gas”.
Brenda Ducreux (La Chorrera): “Esta cuarentena ha dejado cosas buenas como malas. La primera es que me ha ayudado a descubrir talentos que en mí dormían, como las delicias culinarias que cada día voy aprendiendo y poniendo en práctica. Otro ejemplo es que me ha acercado más a mi familia, podemos ver una películas juntos y contar cuentos. También me gusta el intercambio de dulce con los vecinos y esos juegos de dominó nocturnos. Por otro lado, es gratificante contribuir con el que no tiene. Además, me agrada que todos portemos mascarillas, así la gente hedionda no se me acerca y esa tocadera fatal de otros sudados abrazando exageradamente, en serio, lo odiaba. En cuanto a lo feo, sería las filas interminables para ir al supermercado y lo malo el desempleo para algunos. En mi casa, he buscado alternativas para subsistir, como la venta de los cubrebocas, también le hago de transportista y a veces vendo comida”.
Yuri de Batista (Panamá Norte): “Lo malo: no poder ir a la Iglesia. Lo bueno: tener tiempo en familia y lo feo: la gente loca por tomar licor. También que uno tiene el tiempo de hacer cosas en la casa, pero si me gasto la plata en eso y luego no hay trabajo es complicado”.
Gloria Matthew (La Chorrera): Lo bueno es que mis nietos me visitan más tiempo y podemos compartir un poco más. Lo malo es que uno no puede salir cuando quiere a comprar sus necesidades y lo feo es que como estamos en cuarentena todo lo suben de precio”.
Ricky Tejada (San Miguelito): “Lo bueno es que uno convive más con la familia y aprendes a hacer cosas que no sabías, por ejemplo, los dulces y tienes más tiempo para hacer otras cosas. De igual forma he aprendido a comprar en tiempo récord cuando voy al súper. Lo malo es que al momento de hacer trámites de cualquier índole a veces uno se frustra porque la costumbre es hacerlo presencial y las celebraciones limitadas y lo feo es que el ingreso económico es menor por el recorte de jornada laboral”.
Leticia Frías (Panamá Oeste): Lo bueno de esta pandemia, es que hemos valorado más nuestras familias amigos, vecinos y otras personas; nos ha enseñado a cuidarnos unos con otros a compartir lo mucho o poco que tenemos y saber que todos somos iguales sin distinción alguna. Lo malo: la desobediencia de las personas en querer andar en la calle, no tomar consciencia de la gravedad de esta pandemia, que no solo se infectan ellos, sino a sus seres queridos. Además de la especulación de los precios en algunos comercios en alimentos, medicinas y enseres de limpieza. Lo feo: El rechazo al personal médico en algunos lugares, es falta de humanidad cuando han dado todo por los seres humanos de este planeta, sin ellos sería un caos a nivel del mundo.
Brenda Clark (La Chorrera): “Lo bueno es que estamos reunidos en familia y que estemos bien de salud. Lo malo es que no podemos visitar a nuestras familias que viven lejos y las largas filas en los supermercados. Una vez tuve que estar de pie tres horas. Lo feo es esta pandemia, espero que Dios la controle para que se desvanezca. Estamos en manos de Dios”.
Jorge Quiroz: Bueno, desde mi experiencia ha sido un poco difícil la cuarentena. Soy un ser sociable, me gusta participar de actividades todo el tiempo y la verdad es que el freno que nos puso el COVID-19 me cayó con un “tanque de agua fría”. Paralizó mis planes a corto y largo plazo. Laboralmente me ha tocado hacer teletrabajo, que diría yo que tengo una relación amor/odio, porque por una parte, puedo estar súper ‘chill’ en mi casa, pero por otra siento que es un poco más intenso que estar en la oficina. Aunque era impensable para mí, la COVID-19 también ha tenido un impacto económico porque con el virus redujeron las horas de trabajo, sin embargo el encierro ha jugado a mi favor, porque no salgo y así se gasto menos. Lo malo es que los cuadros de ansiedad quisieron afectarme, incluso estuve cerca de volver a fumar. Por otra parte no he visto a mi familia desde enero, mi bisabuela murió en medio de la pandemia, lo que suma otro factor en mi contra, porque tuve que llorar solo, sin poder abrazar a mis papás. Tal vez lo único positivo ha sido el ahorro y el aumento en mi productividad laboral, porque si bien es cierto la cuarentena es para prevenir el contagio del virus, viviremos permanentemente con la paranoia de estar “contagiados” al exponernos al exterior”.