Panamá invoca a la unidad mundial y ciencia contra la COVID-19
Las autoridades de Panamá han registrado hasta ahora 1.317 contagiados y 32 fallecidos a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, invocó ayer a la unión internacional y la disciplina científica para enfrentarse a la COVID-19.
Durante una breve entrevista con el canal en español de la televisión estadounidense CNN, el gobernante panameño explicó que en su país se ha formado "un equipo muy bien alineado" que depende de las decisiones que toman las autoridades de Salud.
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Y puso como ejemplo el reciente permiso para que pudieran pasar por el Canal de Panamá para llegar a las costa atlántica de EEUU, y ser rescatados allí, los cruceros Zaandam y Rotterdam, con varios pasajeros afectados por la COVID-19 y casi 200 con síntomas de estar contagiados,
"Fueron las autoridades de salud las que decidieron" que los cruceros podían cruzar el Canal, "sin que desembarcaran sus pasajeros", y "fueron técnicos panameños los que se encargaron de toda la operación", precisó Cortizo.
El jefe de Estado panameño, que aún no ha cumplido un año de los cinco de su mandato, hizo un llamado a la "unión de la región", a "masificar las pruebas" de detección del virus y "a respetar las evidencias científicas" en la lucha contra el coronavirus.
Cortizo hizo una demostración visual durante la entrevista de lo fácil que es partir un lapicero y lo difícil, o imposible, que es partir un puñado de ellos a la vez, para defender la unidad nacional e internacional que precisa la lucha contra esta pandemia.
Las autoridades de Panamá han registrado hasta ahora 1.317 contagiados y 32 fallecidos a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
Con algo más de 4 millones de habitantes, en Panamá se han realizado un total 7.333 pruebas de detección del coronavirus, de las que el 82 % ha resultado negativas y el 18 % positivas.
El Gobierno panameño ha dictado una cuarentena domiciliaria permanente en todo el país, con permiso de salir cada ciudadano para abastecerse de necesidades básicas unicamente dos horas tres días a la semana.
Para ello, ha dividido además a la población entre hombres y mujeres para repartirse los tres días de permiso para salir a la calle esas dos horas, con el fin de restringir al 5o por ciento el tráfico humano en las calles durante esos periodos, y ha dictado la ley seca.