Nacional - 06/1/21 - 06:00 PM

Piden "más apoyo" para migrantes en tránsito

En la provinciade Darién, la selva que sirve de frontera natural con Colombia, al menos 2.500 migrantes irregulares que viajaban hacia Norteamérica quedaron varados con el cierre de fronteras

 

Por: Panamá / EFE -

El Defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, afirmó que los migrantes en tránsito que están varados en Panamá desde hace casi un año debido al cierre de las fronteras por la pandemia necesitan "más apoyo" del Estado y de los organismos internacionales.
"Panamá ha tomado medidas, (pero) faltan más, los recursos son finitos (…) necesitamos más apoyo del Gobierno y de los entes internacionales" para atender a esta población, dijo Leblanc en una entrevista con Efe.
En la provinciade Darién, la selva que sirve de frontera natural con Colombia, al menos 2.500 migrantes irregulares que viajaban hacia Norteamérica quedaron varados con el cierre de fronteras, mientras que varios cientos más están en Los Planes de Gualaca, cerca de los límites con Costa Rica.
Son familias enteras -adultos, niños y ancianos- de haitianos, pero también cubanos, africanos y asiáticos. Algunos de ellos se contagiaron de la covid-19, y al menos dos diagnosticados con esa enfermedad, que ingresaron a Panamá en octubre pasado por Darién, han muerto, según la información oficial.
Los viajeros se encuentran albergados en estaciones migratorias que no están en las mejores condiciones, como la de Gualaca, una "vieja" estructura de madera, y hasta en escuelas, explicó el defensor.
Una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ordenó en mayo pasado al Estado  resolver el hacinamiento y garantizar el acceso a servicios sanitarios.
"Panamá está haciendo lo mejor que puede, y nosotros estamos colaborando con el grupo de movilidad humana de Naciones Unidas y estamos atendiendo a las personas (...) Unicef está haciendo un gran trabajo, pero creo que le hace falta más ayuda de parte de todos", sostuvo Leblanc.
Lo que más preocupa, agregó,  "es el tema de niños, los enfermos, el tema de acceso al agua, hay lugares donde no hay acceso al agua y han tenido que invertir millones de dólares" para garantizarlo.
Los servicios de salud no dan abasto en las comunidades receptoras: un puesto de salud pensado para atender a 200 personas tiene ahora 2.500, y un pediatra que veía 50 niños tiene que ocuparse de más de 200, explicó Leblanc.
"¿Nos hace falta (hacer más)?. Sí. ¿Estamos haciendo todo lo posible para que se consigan los recursos?. Sí. Todavía hay muchas necesidades, el tema de salud es una carencia que existe en esa área de migrantes", indicó.
A la Defensoría del Pueblo también le "preocupan las poblaciones receptoras", que son pequeñas comunidades indígenas que están viendo que este paso de migrates "ya no es temporal, se está volviendo algo permanente", lo que "está creando ciertos problemas".
Hay que "reconocer", dijo Leblanc, que "para la población receptora era parte un negocio, porque recibían dinero de los migrantes por darles cobija, por darles lugar, pero hay algunos que ya no tienen dinero, hay algunas personas que han abusado del migrante, y ya se están creando fricciones entre ellos".
También se ha detectado "un microtráfico" de migrantes "que es nuevo, producto de la larga estadía" de esta población, el cual "se está combatiendo", alertó el defensor.
A finales de 2020 se registraron algunos desórdenes en los albergues de Darién debido a que un grupo de migrantes quería seguir su camino pero las autoridades se lo impidieron debido al cierre de fronteras y restricciones de movilidad por la pandemia.
Otros grupos han logrado salir de los albergues y pasar a Costa Rica, pero las autoridades de ese país los han devuelto. 

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