Sucesos - 28/12/18 - 12:00 AM

Le dan último adiós a pareja asesinada

En medio del dolor y consternación, los familiares de Dimas Santos y Maribel Pinto de Santos le dieron el último adiós en el cementerio municipal de Atalaya a esta pareja, que fue asesinada a machetazos por un peón cuando se disponían a cenar en la víspera de Navidad.

 

Por: Melquiades Vásquez A. Veraguas -

En medio del dolor y consternación, los familiares de Dimas Santos y Maribel Pinto de Santos le dieron el último adiós en el cementerio municipal de Atalaya a esta pareja, que fue asesinada a machetazos por un peón cuando se disponían a cenar en la víspera de Navidad.

José Vega Atencio, familiar de la pareja macheteada, dijo que piden justicia para que le caiga todo el peso de la ley al sujeto que acabó con la vida de estas personas.

En tanto, Alexis Medina, fiscal de homicidio de Veraguas, dio a conocer que apenas las investigaciones se están iniciando, ya que el presunto asesino de la pareja fue trasladado al Hospital Santo Tomás, en la capital, la noche del crimen, ante el estado de gravedad en que se encontraba, ya que intentó quitarse la vida.

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En el sepelio de la pareja en Atalaya, algunos familiares y testigos informaron que el sospechoso del crimen había intentado quitarse la vida en varias ocasiones con sustancias venenosas que utilizan en la finca para combatir las malezas, pero estas personas bondadosas no lo permitieron y lo ayudaban dándole consejos para que desistiera de esas pretensiones.

Israel Robles, familiar de la pareja ultimada, aprovechó la oportunidad para pedir a las autoridades que los hechos sean esclarecidos y que la persona que resulte como sospechosa pague por lo que cometió.

Dimas Santos, un hombre de 47 años, y su esposa, Maribel Pinto, de 45 años, eran humildes, amistosos, sobre todo, muy trabajadores, cuidaban una finca desde hace 21 años y eran de mucha confianza para sus patronos.

En la comunidad de Los Morenos, en el distrito de San Francisco, se cometió el asesinato de esta pareja, que recibió machetazos múltiples en diversas partes del cuerpo sin saber las razones. Solo dos de sus hijos menores de edad, una niña de 13 y un niño de 10, presenciaron todo lo que esa tarde ocurrió.

De acuerdo a las informaciones suministradas, se salvaron porque salieron huyendo y lograron llegar hasta una vivienda donde pidieron auxilio.


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