Viva - 12/7/18 - 11:00 AM

Desahuciada en Panamá, salvada en España

Gracias a una fundación pro infancia, y un experto doctor del Hospital de La Paz, han logrado someterla a tres operaciones exitosas y salvar su vida

 

Por: Lehisy Domínguez -

 
Andrea Quijada, es una niña de 14 años que tenía un tumor en la espalda y vive en Arraiján, Panamá Oeste. Su familia luchó para buscar una segunda opinión médica ya que fue desahuciada en una primera instancia por la Caja de Seguro Social, sin embargo fue ese momento cuando este caso llega a manos del periodista, Luis Casis.

Motivado por este caso, el comunicador sale por las calles y avenidas de Panamá con una denomianda "alcancía gigante", para recoger la suma de 62,371.67 dólares con los que viajó a España, donde le hicieron una segunda evaluación, hoy esta pequeña sale contando su historia a uno de los medios de comunciación más importante de España, "El Mundo" .  Dentro de la entrevista, Juan Carlos López Gutiérrez jefe de sección de Cirugía Plástica Infantil de La Paz, explicó que en 31 años de profesión jamás había visto nada parecido.
 

Parte de la entrevista dice: "Vivía aislada en una habitación en un barrio humilde de Panamá capital. Era una habitación en la que improvisaron una ventana y un ventilador: todo lo que fuera para expulsar el hedor de la niña. Lo que apestaba lo llevaba a la espalda: un tumor desmoide inmenso que le tenía invadido el tronco y que le asomaba detrás como una jiba purulenta.Vivía desahuciada. La sanidad panameña le estaba administrando quimioterapia paliativa y poco más. La madre arrastraba un problema neurológico. Los tres hermanos pequeños preferían jugar fuera. La abuela le curaba aquello que le crecía detrás. Nadie más aguantaba el olor. Cuando tenía muchos dolores, la niña se tiraba al suelo"

"Lo primero que piensas al verlo es cómo es posible. Era un tumor desmoide [del tejido fibroso], muy agresivo, con mucha fuerza replicativa. Tocaba el riñón, la aorta, desplazaba todas las vísceras abdominales... Es un tumor benigno que, dependiendo de dónde esté localizado, puede llegar a ser mortal. En su caso, si hubiera estado 40 centímetros más arriba, estaría muerta... La niña no podía vivir con nadie al lado por el olor que desprendía. El pedazo de carne estaba podrido, infectado y necrótico. Ya no se trataba sólo de salvar una vida, sino de darle calidad de vida a una niña, de devolverle las relaciones sociales a una persona que era tratada como una apestada", finalizó el galeno.

Luis Casis, escribió en su cuenta de Instagram: "Así amaneció el diario 'EL MUNDO' en Madrid, España..."Como la pequeña Andrea se libró de su tumor gigante" y está de vuelta a su tierra el próximo lunes. 
 

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